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miércoles, 4 de octubre de 2017

LA MUJER EN EL ANTIGUO EGIPTO

LA MUJER EN EL ANTIGUO EGIPTO

LA MUJER EN EL ANTIGUO EGIPTO


La mujer en el Antiguo Egipto tenía un papel central, era emancipada, culta, tanto reina de la casa como del trabajo, se cuidaba, tenía derechos reconocidos y ejercía funciones de control político. Esto es lo que pone de manifiesto 'Nefer', la actual exposición en el Palacio Cavour.
       Tras una primera etapa en Milán, donde recibió un número record de visitantes cifrados en más de 50.000, la exposición llega ahora a Turín, enriquecida con numerosas piezas gracias a la intervención de la Superintendencia para los Bienes Arqueológicos de Piamonte y del Museo de Antiguedades Egipcias de Turín. Así, por primera vez se expone un centenar de piezas ine'ditas procedentes de los enormes depósitos de esas instituciones y hasta ahora nunca antes mostradas al gran público.
       Entre dichas piezas destacan unos 20 sarcófagos, de gran valor artístico y arqueológico, procedentes del Museo Egipcio de Turín. 'Nefer' ofrece al público un viaje fascinante por el universo femenino del antiguo Egipto, desvelando su extraordinaria modernidad y ofreciendo por primera vez un perfil completo de la mujer egipcia en los diferentes aspectos sociales y diarios, a través de la exposición de más de 200 piezas de gran valor artístico e histórico.
       El tema de la mujer egipcia y de su vida diaria es poco conocido por el gran público pese a su interés y a su modernidad, ya que las mujeres de dicha e'poca tenían ya una personalidad jurídica propia y una fuerte independencia económica. Reina, sacerdotisa, mujer y madre: la mujer egipcia era muy moderna.
       Era propietaria de bienes y terrenos, tenía un notable poder temporal y un fundamental papel social. Pero tambie'n era una eterna seductora, según el canon de belleza de aquellos tiempos: una mujer delgada, con pequeños miembros pero anchas caderas y senos redondos y pequeños, a la que le gustaba ensalzarse con joyas y bisutería. Además, la figura femenina tambie'n tenía un papel fundamental en la vida privada y en el hogar.
       La exposición, realizada por la Fundación DNArt de Milán en colaboración con la Superintendencia para los Bienes Arqueológicos y el Museo Egipcio de Turín, se articula en un itinerario expositivo de 800 metros cuadrados instalado en piso noble del Palacio Cavour. Ha sido posible gracias tambie'n a los pre'stamos del Kunst Historisches Museum de Viena, el Museo Egipcio de Florencia, el Museo Arqueológico de Milán, el Museo Civico Arqueológico de Bolonia, el Museo Civico del Palacio Te de Matua, el Museo Arqueológico Paolo Giovio de Como y el Museo Cívico del Castillo Visconteo de Pavia. El catálogo de la exposición ha sido publicado por Federico Motta Editore.
Fuente: ANSA


viernes, 27 de mayo de 2016

HATSHEPSUT LA FARAONA

HATSHEPSUT LA FARAONA

HATSHEPSUT LA FARAONA
Su verdadero nombre era Maat Ka Ra y pertenecía a la XVIII dinastía(c. 1490-1468 a. C)

Es denominada también como la primera dama de hierro de la historia.
Hatshepsut era la primogénita del faraón Tutmosis I. Su madre era la princesa Ahmose con la que se había casado su padre para poder legitimar su poder. Además de la única hermana que sobrevivió, Neferubity, Hatshepsut tenía medio hermanos nacidos de las relaciones de su padre con las concubinas reales. Uno de ellos sería el futuro Tutmosis II.

HATSHEPSUT LA FARAONA
Hatshepsut formaba parte de los tutmósidas, la dinastía XVIII, la primera que corresponde al periodo conocido como Reino Nuevo. Este fue un momento de esplendor del antiguo Egipto. Los tutmósidas fueron príncipes tebanos que tras expulsar a los hicsos iniciaron una importante política de estrechamiento de lazos internacionales y de importantes conquistas.

Fue Tutmosis I quien abandonó la tradición de enterrarse en una pirámide para ser inhumado en un hipogeo excavado en la roca. Daba inicio al que sería conocido como el Valle de los Reyes.

A pesar de que Hapshepsut era la primogénita del gran Tutmosis I y que este, parece ser que antes de su prematura muerte la nombró heredera asociándola al trono, fue un hermanastro suyo quien ostentaría el título de Rey. Apoyado por Ineni, arquitecto real, Tutmosis II se hizo con el poder. Hatshepsut, quien se enorgullecía de ser descendiente directa de faraones, se tuvo que conformar a verse relegada al papel de Gran Esposa Real al casarse con Tutmosis II.

Esta incómoda situación para Hatshepsut duró muy poco porque Tutmosis II murió siendo muy joven. Como si la historia se fuera a repetir, de su matrimonio con Hatshepsut sólo había nacido una niña, Neferure, mientras que los descendientes varones eran hijos de concubinas. En un primer momento, el poderoso Ineni nombró heredero al que sería Tutmosis III quien en un futuro debería casarse con Neferure.

HATSHEPSUT LA FARAONA
Durante los primeros años de su regencia del pequeño Tutmosis III Hatshepsut consiguió urdir una conjura para expulsar a Ineni de la esfera política. Con la ayuda de altos cargos como Hapuseneb y Senenmut, Hatshepsut planeó un valiente golpe de estado. No sólo eliminó a Ineni, sino que decidió asumir todo el poder tomando la titulatura real de los faraones y usurpando el poder a Tutmosis III. No sólo eso, Hatshepsut decidió reinar como faraón: eliminó de sus nombres y títulos todas las desinencias femeninas, se hizo nombrar faraón, se vistió como un hombre y reinó como rey durante 22 años de paz y prosperidad en Egipto.

Durante el reinado de Hatshepsut se vivió uno de los periodos de paz más largos de la historia de Egipto, con tan sólo algunas escaramuzas e incursiones militares de poca embergadura.

HATSHEPSUT LA FARAONA
Una de las actividades principales de su reinado fueron las construcciones religiosas. Destacan la Capilla Roja de Karnak o el majestuoso templo de Deir el-Bahari, situado en la orilla oeste de Tebas, que ha pasado a la historia como uno de los templos destacados del Antiguo Egipto. No en vano, se conocía como Dyeser-Dyeseru, el sublime de los sublimes.

Del reinado de Hatshepsut también se recuerda como hecho destacable un viaje al país legendario conocido como El Punt, una misión que quedó plasmada en las paredes del templo de Deir el-Bahari y que tuvo como principal objetivo fines comerciales y políticos.

Hacia el año 16 de su reinado, las cosas empezaron a ir mal para Hatshepsut. La desaparición de sus principales aliados, de su hija y única descendiente, y la posición cada vez más fuerte del joven Tutmosis III hicieron que su gobierno iniciara un irrefrenable declive. Hatshepsut se fue retirando progresivamente del poder hasta llegar el momento de su muerte que le sobrevino sola, abandonada por sus fieles seguidores, en su palacio de Tebas. A pesar de su enfrentamiento con Tutmosis, parece que Hatshepsut murió por causas naturales y no fue asesinada.

HATSHEPSUT LA FARAONA
Aunque el nombre de Hatshepsut se borró de los anales y templos en los que estaba presente, hoy día se descarta que Tutmosis III quisiera vengarse de su madrastra y relegarla al olvido. Más bien se cree que fue un acto de practicidad, para evitar la amenaza de la poderosa familia de Hatshepsut y poder legitimar su ascendencia al poder.

Hatshepsut, su nombre y su reinado, permanecieron en la historia de Egipto gracias a sus templos y a su propio cuerpo. Su tumba se encontró en el Valle de los Reyes y fue catalogada como KV20. Estaba en un perfecto estado de conservación


La reina Hatshepsut fué la primera mujer en regir un imperio que se extendía desde el valle del Eufrates hasta las montañas de Etiopía. Para la época, siglo XV antes de Cristo, era el imperio mas grande y poderoso del mundo, y también el que exigía una política y diplomacias extremadamente finas y delicadas por su fragilidad. La reina estuvo a la altura del cargo, pues durante los 22 años que gobernó Egipto y el mundo conocido, supo mantener el poderío, las fronteras y la imagen internacional de su imperio, a pesar de sus poderosos rivales, el imperio Mittani y el reino de Babilonia, quienes disputaban el dominio egipcio en Siria y Palestina. Manetón y otros cronistas también refieren que esta extraordinaria mujer presidió uno de los momentos de mayor prosperidad económica y cultural de la vieja y milenaria civilización egipcia, que ya para entonces tenía 2000 años de antiguedad, y todavía sobreviviría 1000 años mas hasta la conquista persa en el siglo V AC. Recordemos que la actual civilización que vivimos solo lleva algo menos de 1000 años de existencia. Ante todo mantuvo una firme política de paz y concordia en las relaciones con sus peligrosos vecinos aunque no escatimó medidas de fuerza para hacer respetar sus fronteras, seis campañas militares en Asia bastaron para asegurar su dominio en el movedizo y frágil Cercano Oriente de entonces, proeza que los gobernantes de hoy día nunca llegaron a realizar; una decidida protección y fomento al comercio internacional ya que Egipto dependía mucho de las importaciones de maderas, lanas, metales y objetos suntuarios para el culto y la corte; y un largo mecenazgo a las artes, letras y ciencias. De su tiempo se han rescatado varios papiros de medicina, matemáticas y astronomía, muy superiores en sus conceptos a los griegos y romanos posteriores, y sorprendentemente libres de formulaciones mágicas y/o religiosas, como hasta hoy día se tenía en concepto de la civilización egipcia. En su tiempo se deificó al famoso sabio Imhotep, primer médico, arquitecto y matemático de la historia y que fuera Primer Ministro del faraón Djoser, segundo faraón de la III dinastía y el primero en ser enterrado en una pirámide, la famosa pirámide escalonada de Sakhara. Los templos de este sabio de la mas remota antiguedad se convirtieron en las primeras escuelas y universidades científicas de la historia, el mas grande y famoso estaba en la ciudad de Menfis. El templo funerario de Hatshepsut en Deir el Bahari es considerado un hito artístico dentro de la larga y colosal historia del arte egipcio. Sus líneas, sorprendentemente modernas y funcionales, siguen siendo hoy en día modelo de edificio "perfecto".

El tratado firmado con babilonios y mittanios, que aseguró la paz en Oriente Medio por 50 años, puede leerse íntegramente grabado en piedra en su tumba localizada en el Valle de los Reyes, cerca de Tebas, la primera capital imperial de la historia.

Bajo su mandato no sólo se realizaron expediciones hacia el sur, en busca de materiales exóticos como madera perfumada u oro; también ser organizaron campañas militares que permitieron controlar la tercera catarata y llegar hasta la sexta.


HATSHEPSUT LA FARAONA
Se halla la momia de Hatshepsut

En el 2005 Zahi Hawass, director del Egyptian Mummy Project y secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades, encontró diversas momias sin identificar en el Valle de los Reyes. Después de escanear las momias y comparar los rasgos genéticos de la dinastía de Hatshepsut identificaron una de las momias como la reina. A partir de este gran hallazgo, que se mostró al público en el 2007, hemos podido saber que la reina murió por una grave enfermedad: una avanzada osteoporosis y un cáncer maligno en la zona del abdomen que le pasó al hueso de la cadera; además había contraído un absceso séptico en su cavidad bucal que bien pudo provocar un shock septicémico. Según estas últimas investigaciones, su muerte estuvo precedida de largos meses de intensos dolores y fiebres.

jueves, 14 de abril de 2016

LA JOYERÍA EGIPCIA

LA JOYERÍA EGIPCIA

LA JOYERÍA EGIPCIA



En la época Predinástica ya encontramos sencillos colgantes con elementos tomados de la naturaleza, integrados por conchas, colmillos, huesos o piedras, aunque en ocasiones ya se retocaban y llegaban a cubrirse de un sencillo pan de oro embelleciendo más su aspecto.
        Es el periodo de gestación del concepto de joya en el Valle del Nilo.
       
LA JOYERÍA EGIPCIA
Ya en el Predinástico se utilizaron amuletos que imitaban la forma de animales, y se llegó a realizar una abundante variedad de cuentas que eran utilizadas para la confección de collares, pulseras o tobilleras.
      
La turquesa denominada en la lengua de Khufu "mefkat"se encontaba en los yacimientos sinaíticos de Uadi Maghara y Sherabit el-Jadim, podemos encontrarla en joyería desde épocas muy tempranas. Formó una tríada de piedras semipreciosas junto al lapislázuli y la cornalina.
La malaquita "shesemet" no era utilizada habitualmente para la fabricación de joyas, sino que la convertían en polvo para elaborar cosméticos y pigmentos.
La cornalina, "herset", es quizá la gema de uso más prolongado, se encuentra documentada desde el periodo Predinástico como cuentas de collar, y durante la época faraónica se utilizó en cuentas, incrustaciones, anillos y especialmente en los ojos udyat de los amuletos.
   
LA JOYERÍA EGIPCIA
    El oro, "neb",, fue reconocido y apreciado por los Antiguos Egipcios que además tuvieron la suerte de contar con numerosos yacimientos auríferos en zonas bastante próximas que prácticamente explotaron hasta su agotamiento.
Al principio el oro se obtenía de pepitas en los depósitos aluviales, pero con el paso del tiempo se abrieron minas para seguir los filones de cuarzo aurífero.
Las fuentes escritas faraónicas hacen referencia a tres tipos de oro, en función a su zona de obtención. El "oro de Coptos", procedente de la zona de el Uadi Hammamat, el "oro de Uauat", procedente del sue, alrededor del Uadi Allaqui, y el "oro de Kush" que venía más alla de la segunda catarata, aunque no se han encontrado huellas de presencia egipcia en los yacimientos auríferos de la zona, supongo que llegaría en forma de tributos por los Kushitas 
     
LA JOYERÍA EGIPCIA
  Por su naturaleza incorruptible, el oro se consideró mágico y metáfora de eternidad.
Debido a su intenso brillo se identificó con el resplandor del sol, y este vínculo solar lo hizo relacionarse estrechamente con la monarquía cuya legitimación se basaba en su identificación con este astro, incluso en la titulatura real se hace énfasis de esta identificación: Horus Dorado.
    
LA JOYERÍA EGIPCIA
   Los collares y brazaletes de oro otorgaron tanto prestigio, que podían ser concedidos como condecoración a destacados personajes o militares. Podemos ver imágenes en las que los dignatarios reciben con satisfacción ese precioso emblema de manos del faraón.
        Los aspectos simbólicos de la plata, fueron casi tan importantes como los del oro, ya que este metal fue identificado con los huesos de los dioses además de tener simbología lunar.
        La plata en Egipto se muestra frecuentemente mezclada con el oro. Esta mezcla de metales preciosos llamada electrum, fue también muy apreciada por los egipcios, y es muy habitual que se confeccionara con ella amuletos y representaciones de seres divinos.
     
LA JOYERÍA EGIPCIA
  Podía tener un color o más dorado o más plateado dependiendo de las proporciones de oro o plata que contuviera, y podía representar como emblema por igual al sol que a la luna.
        La plata era muy escasa en Egipto, pero en el Imperio Nuevo con la conquista de los territorios asiáticos, este metal empezó a entrar en abundancia, lo que incrementó mucho su uso.

martes, 15 de marzo de 2016

EL CUIDADO DE LA BELLEZA Y LA ESTÉTICA EN EL ANTIGUO EGIPTO

EL CUIDADO DE LA BELLEZA Y LA ESTÉTICA EN EL ANTIGUO EGIPTO

EL CUIDADO DE LA BELLEZA Y LA ESTÉTICA EN EL ANTIGUO EGIPTO


A lo largo de la historia, la cosmética ha ocupado en algunas ocasiones, un papel privilegiado, y es que los cuidados estéticos son una costumbre que viene de lejos. De hecho, en las generaciones clásicas las mujeres –y también muchos hombres- ya se cuidaban, ¡y mucho! Sólo hay que echar una mirada atrás para fijarse, por ejemplo en el antiguo Egipto.
       En la cultura de los faraones, la mujer tenía un concepto estético que abarcaba desde sus aderezos y sus prendas a productos cosméticos para cuidar y embellecer su piel. ¿Curioso, verdad? Precisamente en este aspecto se ha centrado el Museo Egipcio de Barcelona, dentro del marco de los cursos que imparte sobre esta cultura mediterránea -en la actualidad, se está celebrando el que recoge la 'Vida Cotidiana en el Antiguo Egipto'-. Desde el centro nos acercan a una cultura fascinante desde otro punto de vista.
      
EL CUIDADO DE LA BELLEZA Y LA ESTÉTICA EN EL ANTIGUO EGIPTO
Así, la amplia documentación que proporcionan los restos arqueológicos egipcios refleja la importancia que esta civilización concedió al cuidado del cuerpo y la estética. Y es que hay que partir de que los habitantes del país del Nilo potenciaban su imagen con extremo cuidado y de forma integral, cuidando su piel y su cabello, y lo hacían tanto hombres como mujeres.
       Así, la cosmética se volvía un aliado básico y era considerada, de hecho, como una parte más de la dermatología. Y es que hay que tener en cuenta que el intenso calor de esa zona del norte de África en la que se asentó la civilización egipcia obligaba a una higiene escrupulosa, que hacía necesario el uso de desodorantes y perfumes. ¿Sabía, por ejemplo, que, en su particular neceser, las egipcias contaban con productos destinados a múltiples fines? Por ejemplo, para mejorar la piel, para embellecer el cuerpo, para tensar el rostro, para combatir las manchas blancas de una quemadura, etc.
       Y, aunque tal vez no lo haya planteado nunca, el khol tiene su antededente en Egipto. De hecho, es una de las mayores aportaciones de la cultura egipcia a la cosmética. Así, utilizaban un polvo negro llamado mesdemet, que retenía el polvo fuera de los ojos y repelía los insectos. Sólo hay que pensar en alguna de las representaciones que nos han llegado del antiguo Egipto para fijarnos en la importancia que le daban al maquillaje de los ojos
     
EL CUIDADO DE LA BELLEZA Y LA ESTÉTICA EN EL ANTIGUO EGIPTO
De hecho, maquillarse en egipcio se traduce como “dar vida a los ojos”. ¿Y cómo resaltaban su belleza?, trazaban una línea negra con mesdemet -que ha variado a lo largo del tiempo según la moda: fina, gruesa, con forma de “cola de golondrina…-, y pintaban los párpados con una sombra de ojos. Y no olvidaban los labios, pues existen representaciones que constatan que la mujer egipcia también los maquillaba.
       Y, como no podía ser de otra manera, las egipcias también tenían sus propios secretos para estar radiantes. Pero, ¿cuáles eran los trucos de belleza que contribuyeron a crear su admirada estética? Aparte de desmaquillarse con leche y utilizar hidratantes a base de leche y miel, las damas del Nilo complementaban el placer de la ducha con masajes de esencias aromáticas.
       Además, en su particular tocador, también había sitio incluso para cosmética solar: las raíces del Amni majus eran masticadas para proteger la piel del sol. Pero no sólo eso: si, por ejemplo, quería evitar la aparición de estrías durante el embarazo, utilizaba un aceite a base de una sustancia conocida como moringa aptera.
       Por último, no hay que olvidar la importancia que le daban al perfume. De hecho, la verdadera cuna del perfume fue Egipto. Al menos existe una coincidencia en situar los orígenes del mismo en la civilización de los faraones. Y como muestra, una leyenda, que afirma que la eterna seductora Cleopatra utilizaba perfumes para ganarse el corazón de los hombres.
       Egipto se convirtió en uno de los más grandes vendedores de perfumes de la Edad Antigua. Y no es sólo una leyenda, pues en algún bajorrelieve se han encontrado detalles de lo que pudo ser una destilería y en un manuscrito de la época se describe cómo Ramsés III ofreció 52 ánforas de perfume a la diosa Osiris. Las industrias cosméticas y los perfumistas más destacados eran egipcios.
       El empleo de ungüentos y de fragancias era imprescindible, por ejemplo, en el desarrollo de la liturgia. Antes de la dinastía de los faraones, todas las civilizaciones antiguas utilizaron el perfume obtenido por medio del humo del incienso, la mirra o de otras resinas o maderas para ofrecer a sus dioses, pero ningún pueblo, hasta aquel entonces, había utilizado tantos perfumes en sus fiestas sociales.
       Desde su nacimiento hasta su muerte, los egipcios eran acompañados por perfumes. Muchos de ellos estaban enterrados con jarras de perfumes, para que el aroma que desprendía acompañara el alma en su ascenso. La mirra, la menta, el incienso y el azafrán eran algunas de las sustancias empleadas por los egipcios para la elaboración de sus perfumes. ¿No le parece fascinante?