RAUL ALFONSIN en 1971 "SOY, ANTE TODO,
POLITICO"
RAUL ALFONSIN, 44 AÑOS, ABOGADO, UNA DE
LAS FIGURAS MAS RELEVANTES DEL RADICALISMO, EN SU "FORTIN" DE
CHASCOMUS.
ANTE TODO POLITICO
Revisa GENTE 1971
CUANDO SE LE PREGUNTA SI ES UNO DE LOS PRESIDENCIABLES DEL 73 RESPONDE
CON UNA ENIGMATICA SONRISA. DE CUALQUIER MANERA, EL DOCTOR RAUL ALFONSIN ES
FIGURA DE PRIMER PLANO DEL RADICALISMO DEL PUEBLO. DIRECTOR DE "EL
IMPARCIAL", ABOGADO, PADRE DE UNA LARGA Y SIMPATICA FAMILIA, ALFONSIN
RECIBIO A "GENTE" EN CHASCOMUS, DONDE RESIDE. HABLO DE MUCHAS COSAS,
TODAS ELLAS RELACIONADAS CON SU PASION: LA POLITICA. "SOY, ANTE TODO,
POLITICO", CONFESO.
Chascomús no necesita presentación. Inmediatamente se asocia el nombre con la
flecha de plata que corta el agua verde de la vasta laguna. Y como todo el
mundo sabe, queda a ciento veinte kilómetros de Plaza Congreso, sobre la ruta
dos, la que va a Mar del Plata. Lo que no todo el mundo sabe es que allí vive
el doctor Raúl Alfonsín, uno de los pilares del radicalismo del pueblo que es
además director del diario "El Imparcial" y jefe de una larga y
radical familia. Con ella estamos.
—Hola, mucho gusto —dicen Raúl Felipe (21), Ricardo Luis (19), María Marcela
(18), María Inés (17) y Javier Ignacio (15).
—Hola, mucho gusto —contesto yo—; ¿falta alguien?
—Sí, mamá y Ana María, que vive en City Bell, está casada con Carlos Alconada y
espera familia —me dice Raúl de un tirón y sonriendo. Mientras tanto, el doctor
Alfonsín mira con orgullo a sus vástagos y me guiña un ojo. La casa queda en la
calle del General Juan Lavalle —según reza en la chapa— y es amplia, cálida y
decorada con gusto inobjetable. El café de rigor no hace más que acentuar el
clima acogedor. Afuera, octubre nos regala una muestra de su desprecio por la
Argentina: está nublado, frío y oscuro. Pero aquí dentro está calentito, y
mientras espero que se aflojen las últimas tensiones me voy enterando que son
todos radicales e hinchas de Independiente; que Raúl Felipe y Ricardo Luis
estudian abogacía en La Plata y no tienen novia; que María Marcela sí tiene
novio y se llama Marcelo Iturriaga, y trabaja en una tienda — ella— de la que
es socia; que María Inés cursa el 5º año de bachillerato y va a estudiar para
traductora de inglés en Buenos Aires; que Javier Ignacio está en 29 año y no va
a ser abogado sino contador; que María Lorenza Barreneche de Alfonsín es una
hermosa señora de 44 años que acaba de hacer su aparición y saluda casi con
timidez.
—¿Van a sacar fotos? No me gusta mucho que me saquen fotos —dice mamá Alfonsín
con una sonrisa de disculpa, aunque termina accediendo. Bianco apunta y saca;
yo termino mi café y miro en dirección de mi futuro entrevistado. El comprende,
se levanta de su sillón y cinco minutos después estamos en la redacción de
"El Imparcial" saludando gente y haciendo preguntas. De las
respuestas: el diario tiene una tirada de alrededor de 2.000 ejemplares, buena
publicidad y un número creciente de suscriptores; tiene 27 años de antigüedad,
aunque hace sólo algunos meses que está bajo la dirección de Alfonsín. No sale
los lunes y tiene el único teletipo entre La Plata y Mar del Plata. Recibe
incesante información que proporciona U.P.I. desde Buenos Aires, y fue motivo
de orgullo y curiosidad por parte de la gente de Chascomús.
—Venía gente todos los días a ver la teletipo, usted sabe —dice Alfonsín
mientras admite un poco a regañadientes que le saquemos unas fotos con la
celebridad. "Van a pensar que nos asombramos con cualquier cosa..."
Le explico que no vamos a pensar nada y las fotos se sacan. A su vez el
fotógrafo del diario nos saca fotos a nosotros y entonces tomo conciencia de
que GENTE, de visita en Chascomús, es nota.
Llegó la hora de la verdad. Estoy frente al doctor Raúl Alfonsín en su despacho
de abogado y vamos a hablar de "temas de actualidad". Ah, me
olvidaba: el doctor Alfonsín es radical desde que tiene uso de razón, se afilió
a los 18 años al partido, hizo toda la carrera dentro del partido (vocal de
comité, presidente de comité, delegado al Comité de la Provincia, convencional
provincial, convencional nacional, presidente del Comité de la Provincia).
Además fue concejal, dos veces diputado provincial y diputado nacional. Se
autodefine como "político cabal". Actualmente es presidente de la
Junta de Gobierno de la Provincia, que es lo mismo que presidente del Comité de
la Provincia, pero para tiempos como éstos, de reorganización. Viste de sport,
gasta cuidados bigotes y tiene 44 años. Es decir que es joven. Ahora me está
mirando inquisitivamente, con la guardia alta aunque sonriendo. Allí voy.
—¿A qué atribuye el desprestigio que padecen, en general, los políticos?
—A una campaña sistemática de desprestigio.
—¿Y a quién o quiénes atribuye esa campaña?
—A sectores no democráticos. Usted sabe, en la Argentina existe una marcada
tendencia a la polarización en materia política. Por un lado la extrema
derecha, que en momentos críticos recibe hasta el aporte de los liberales, y
por otro la extrema izquierda. Bueno, ambos sectores se encargan de fomentar el
desprestigio de los políticos. En nuestro país los principales responsables de
ello fueron los ex presidentes Onganía y Levingston. De cualquier manera,
pienso que actualmente no ocurre eso.
—¿Ni siquiera entre la gente joven?
—Ni siquiera. Mire usted: entre un 20 y un 30 por ciento de las nuevas
afinaciones que recibe el radicalismo del pueblo son de muchachos jóvenes. ..
—¿No piensa, de cualquier modo, que los políticos merecieron el mentado
desprestigio?
—No. Lo que ocurrió es que vivimos durante muchos años sin que se satisfagan
las expectativas. El pueblo se sintió frustrado y proyectó esa frustración
sobre las figuras de los políticos. Lo cual es injusto. Desde un punto de vista
humano el político argentino es altruista. Es un duro oficio el nuestro, ¿sabe?
—¿Qué posibilidades tiene el radicalismo del pueblo en las elecciones de marzo
del 73?
—Muy buenas. El radicalismo del pueblo puede hacer una excelente elección. ¿Y
sabe por qué? Porque somos una alternativa, somos la posibilidad de efectuar el
cambio en paz. Hay que cambiar las cosas, hay que hacer transformaciones
profundas, pero sin efectos negativos, sin barbarie, ni dictadura, ni
injusticia. Pienso que todavía se puede, y creo que el radicalismo constituye
la mejor opción.
—Usted acaba de decir "todavía". . .
—Claro. Sería terrible, desastroso para el país que no se continuara el proceso
de institucionalización en que estamos embarcados. Por eso digo que
"todavía" se puede.
—¿Qué propone el radicalismo del pueblo?
—Lo fundamental es que se tome conciencia de la necesidad de operar lo que
Fromm llama el "cambio anticipatorio". Ya le explico: como enseña la
historia de la humanidad, ninguna civilización pudo impedir su decadencia y
desaparición, y, lo que es más terrible, toda desaparición de una civilización
se produjo por aniquilamiento, es decir, por medio de la violencia. El cambio
anticipatorio evitaría la violencia. Todos deberíamos tomar conciencia de ello.
Es la única salida, el único modo de evitar la hecatombe de nuestra civilización.
—Más concretamente, ¿qué propugna el radicalismo del pueblo?
—La emancipación nacional y la liberación del pueblo.
—¿Qué entiende por emancipación nacional?
—Bueno, nuestra economía ha sufrido en los últimos años una progresiva
desnacionalización; poco a poco se ha perdido el manejo de la misma.
Emancipación nacional, entonces, significa poder determinar el rumbo que el
país
—Tres. 1) Las reglas de juego, es decir la democracia. 2) El objetivo, que es
la emancipación nacional, y 3) La estrategia, que consiste en realizar el
cambio de cualquier manera, es decir, a costa de cualquier esfuerzo. Por otra
parte, La Hora del Pueblo tiene verdadero peso político: señaló la caída de
Levingston.
—¿Qué opinión le merece el peronismo?
—Es una fuerza importante. Y será aún más relevante en la medida en que
acompañe —como lo está haciendo— el proceso de institucionalización, ya sea
desde el gobierno o desde el llano.
—¿Cómo ve a la Argentina respecto de América Latina?
—Será líder en la medida que funcionen sus instituciones. Por otra parte,
pienso que es obligación de la Argentina colaborar en el proceso de
emancipación de América Latina.
—Hablemos un poco de economía. . . ¿Qué opina del momento actual?
—Es un momento crítico. Hay que tomar medidas a corto plazo, operar
correcciones importantes. Creo que es imprescindible definir la política en
materia de intercambio comercial. Concretamente, alejarnos de la receta que el
F.M.I. pretende imponemos. De lo contrario se agravaría aún más nuestro sector
externo, que es el cuello de botella para nuestro desarrollo. Además hay que
aumentar el poder de compra del pueblo, no sólo por sentido de justicia. .. Y
producir una política que recupere para la Nación su economía.
—Hablemos un poco de la juventud. . .
—Cómo no. Le reitero que estamos recibiendo un alto porcentaje de afiliaciones
juveniles. En el radicalismo la juventud se organiza con autonomía. Por otra
parte, la militancia activa de la juventud ha sido siempre importantísima. Y
sus inquietudes han servido para producir adecuamientos en la doctrina radical.
—¿Qué opina del eventual retorno de Perón? ¿Lo estima beneficioso o nocivo?
—Es una pregunta que habría que formularle al propio Perón.
Mientras volvemos a su casa en busca del resto de la familia para sacar unas
fotos a la vera de la famosa laguna, Alfonsín me explica que tiene muy poco
tiempo libre. Que apenas ve televisión, que ya no lee novelas, que todas sus
inquietudes en materia de lectura se vuelcan a lo específicamente político. Los
lunes y martes está en Buenos Aires, los miércoles y jueves en Chascomús y los
fines de semana sale de gira por la provincia. Y atiende su estudio de abogado
y su diario sólo los miércoles y jueves. Le gusta el cine, aunque últimamente
no ha visto nada que le llamara la atención.
—Son lindas las familias numerosas, ¿no?
—Muy lindas. Pero comen mucho —dice sonriendo mientras nos dirigimos a la
laguna. Hay más fotos, hay un par de whiskies en su casa, hay un largo diálogo
amistoso con toda la familia y también hay que volver a Buenos Aires. Da un
poco de pena dejar Chascomús, dejar esta familia joven y linda, volver a Buenos
Aires, pero hay que. Cuando nos despedimos la sonrisa unánime del clan Alfonsín
subraya la tarde.
EMILIO GIMENEZ ZAPIOLA
Fotos: Enrique Bíanco